La libertad es nuestro bien mayor. Así nos enseñaron, pero no nos enseñaron a pensar en que consiste este llamado “libertad”, Que hacemos para ser libres?
Erich Fromm escribe “En el curso de la historia moderna, la autoridad de la Iglesia se vio reemplazada por la del Estado, la de éste por el imperativo de la conciencia, y en nuestra época la última fue sustituida por el sentido común y la opinión pública, en su carácter de instrumento del conformismo. Nos liberamos de las viejas manifiestas de autoridad y no nos damos cuenta que ahora somos prisioneros de este nuevo tipo de poder”
Somos autómatas que vivimos bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre albedrío. Esta ilusión ayuda a las personas a permanecer inconscientes de su inseguridad.
Somos autómatas de los mandatos del marketing moderno. Pero al mismo tiempo queremos creer que somos libres. Mientras la verdad es de sumisión. Vamos a donde todos nos mandan, y creemos mágicamente que, esa libertad es nuestra.
La vida y el comentario de la vida van discrepando más y más. Y la diferencia crece en consecuencia.
martes, 12 de febrero de 2008
SOY MI PASADO
Soy mi pasado. Es todo lo que firmemente soy. Fui. Soy lo que fui.
Eso está ahí inamovible, inmutable definitivo. En cuanto proyecto estoy volcando al futuro, vivo en la ilusión, el anhelo, el sueño, es decir, la irrealidad. Si quiero decir soy, tengo que referirme exclusivamente a mi pasado. Todo cuanto pueda decirse que soy en el sentido de serlo en si, con plena densidad compacta, es siempre mi pasado. Solo en el pasado soy lo que soy.
Pero al mismo tiempo, estoy declarando, el ser que no soy, es ser del futuro.
Eso está ahí inamovible, inmutable definitivo. En cuanto proyecto estoy volcando al futuro, vivo en la ilusión, el anhelo, el sueño, es decir, la irrealidad. Si quiero decir soy, tengo que referirme exclusivamente a mi pasado. Todo cuanto pueda decirse que soy en el sentido de serlo en si, con plena densidad compacta, es siempre mi pasado. Solo en el pasado soy lo que soy.
Pero al mismo tiempo, estoy declarando, el ser que no soy, es ser del futuro.
PROYECTO PERPETUO, FRACASO PERPETUO
Soy un proyecto de ser. Esa es mi grandeza. Mi pequeñez es que no soy omnipotente, entre el proyecto que pretendo realizar y el proyecto alcanzado, hay o suele haber un abismo.
En mi grandeza está también mi fracaso. Proyecto perpetuo, fracaso perpetuo, ése es el devenir del hombre. El fracaso forma parte del hombre. Claro que ese fracaso hay que transformarlo como estímulo para la reconstrucción del proyecto y su impulso hacia el futuro, de modo que lo negativo se torne positivo.
En mi grandeza está también mi fracaso. Proyecto perpetuo, fracaso perpetuo, ése es el devenir del hombre. El fracaso forma parte del hombre. Claro que ese fracaso hay que transformarlo como estímulo para la reconstrucción del proyecto y su impulso hacia el futuro, de modo que lo negativo se torne positivo.
VERDADES, ILUSIONES Y MITOS
Que es la vida? Una ilusión.
Y que hay en esa ilusión? Ideas y creencias.
Las ideas proviene de la razón, las creencias pueden ser, o no, elementos originados en el entendimiento pero que el tiempo, la sociedad, de tanto practicarlos, los arranca del ámbito racional, que permite justamente la duda, y los vuelve indudables, obvios.
De eso viven las culturas, las sociedades, los individuos. Alguna vez la democracia fue una idea. Hoy se repite automáticamente, en cuanto mejor régimen político posible, como creencia. Alguna vez alguien decidió que el hombre era animal racional, y luego la tradición, a ojos cerrados, cerrados a toda irracionalidad que nos constituye y nos rodea, siguió manejando esa definición. Eso es una creencia.
Cuando las creencias fallan, es decir, cuando la realidad no concuerda con ellas, es menester idear un nuevo paradigma que con el tiempo será nueva creencia.
En el marco de alguna creencia, se abre, de pronto, la brecha de la duda. En la duda se cae. La creencia es seguridad. La duda es incertidumbre, indecisión.
Cuando se cae en la duda, se requiere de inmediato salvar esa situación de zozobra. Hay que salir de la duda, superarla de alguna manera. Como? Pensando. Es ahí cuando aparecen las ideas, por que hay un problema que resolver. Y el problema es capital es: que debo hacer para ser feliz? Como manejar la vida? Que sentido tiene la existencia?
Ese problema surge cuando las respuestas, las preestablecidas, las que existieron antes que yo venga al mundo, ya no satisfacen. Cuando fallan las grandes creencias, las esenciales, se hace difícil caminar.
Hay que pensar, es tiempo de filosofía.
Y que hay en esa ilusión? Ideas y creencias.
Las ideas proviene de la razón, las creencias pueden ser, o no, elementos originados en el entendimiento pero que el tiempo, la sociedad, de tanto practicarlos, los arranca del ámbito racional, que permite justamente la duda, y los vuelve indudables, obvios.
De eso viven las culturas, las sociedades, los individuos. Alguna vez la democracia fue una idea. Hoy se repite automáticamente, en cuanto mejor régimen político posible, como creencia. Alguna vez alguien decidió que el hombre era animal racional, y luego la tradición, a ojos cerrados, cerrados a toda irracionalidad que nos constituye y nos rodea, siguió manejando esa definición. Eso es una creencia.
Cuando las creencias fallan, es decir, cuando la realidad no concuerda con ellas, es menester idear un nuevo paradigma que con el tiempo será nueva creencia.
En el marco de alguna creencia, se abre, de pronto, la brecha de la duda. En la duda se cae. La creencia es seguridad. La duda es incertidumbre, indecisión.
Cuando se cae en la duda, se requiere de inmediato salvar esa situación de zozobra. Hay que salir de la duda, superarla de alguna manera. Como? Pensando. Es ahí cuando aparecen las ideas, por que hay un problema que resolver. Y el problema es capital es: que debo hacer para ser feliz? Como manejar la vida? Que sentido tiene la existencia?
Ese problema surge cuando las respuestas, las preestablecidas, las que existieron antes que yo venga al mundo, ya no satisfacen. Cuando fallan las grandes creencias, las esenciales, se hace difícil caminar.
Hay que pensar, es tiempo de filosofía.
LAS VERDADES DE LA RAZON
La pregunta nunca puede nacer de la pura ignorancia. Si no supiera nada o no creyese al menos saber algo, ni siquiera podría hacer preguntas. Pregunto desde lo que se o creo saber.
La razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis estudios o mi experiencia, sino un procedimiento intelectual critico que utilizo para organizar las noticias que recibo, los estudios que recibo o las experiencias que tengo, aceptando algunas cosas y descartando otras, intentando siempre vincular mis creencias entre si con cierta armonía.
El objetivo del método racional es establecer la verdad, es decir, la mayor concordancia posible entre lo que creemos y lo que finalmente se da en la realidad de la que formamos parte. LA VERDAD y LA RAZON comparten la misma vocación universalista, el mismo propósito de validez tanto como para mi mismo como para el resto de mis semejantes.
La razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis estudios o mi experiencia, sino un procedimiento intelectual critico que utilizo para organizar las noticias que recibo, los estudios que recibo o las experiencias que tengo, aceptando algunas cosas y descartando otras, intentando siempre vincular mis creencias entre si con cierta armonía.
El objetivo del método racional es establecer la verdad, es decir, la mayor concordancia posible entre lo que creemos y lo que finalmente se da en la realidad de la que formamos parte. LA VERDAD y LA RAZON comparten la misma vocación universalista, el mismo propósito de validez tanto como para mi mismo como para el resto de mis semejantes.
NO TODO ES CONSUMIR
Encaminarse a una vida donde el ser prime sobre el tener, oponer lo durable a lo efímero, lo auténtico a lo virtual, lo fundamental a lo secundario, volver, en suma, a lo escencial.
Ls usuarios no consumen solo productos, compran asimismos el sentido de esos productos, o su imagen que a su modo de ver, puede marcar una diferencia. El consumo también, permite vivir -y este es todo su atractivo moderno- todo tipo de "experiencias" sobre todo emocionales; todo buen gerente de marketing sabe que ahora toda nuestra vida está hecha de una multitud de "experiencias de consumo". Las compras podrían incluso construir una identidad.
Debemos consumir para vivir o vivir para consumir? La importancia está en nuestra mirada y no en la cosa mirada.
Ls usuarios no consumen solo productos, compran asimismos el sentido de esos productos, o su imagen que a su modo de ver, puede marcar una diferencia. El consumo también, permite vivir -y este es todo su atractivo moderno- todo tipo de "experiencias" sobre todo emocionales; todo buen gerente de marketing sabe que ahora toda nuestra vida está hecha de una multitud de "experiencias de consumo". Las compras podrían incluso construir una identidad.
Debemos consumir para vivir o vivir para consumir? La importancia está en nuestra mirada y no en la cosa mirada.
CONTRADICCIONES
Cada promesa es una amenaza; cada pérdida, un encuentro.
De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
La identidad no es una pieza de museo, quieta en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.
De los miedos nacen los corajes; y de las dudas, las certezas.
Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios, otra razón.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
La identidad no es una pieza de museo, quieta en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
En esa fe, fugitiva, creo. Me resulta la única fe digna de confianza, por lo mucho que se parece al bicho humano, jodido pero sagrado, y a la loca aventura de vivir en el mundo.
YO Y MI CIRCUNSTANCIA
Los que suele decir “el hombre propone y Dios dispone”, creen estar en el centro de la mirada y la voluntad de Dios.
Prefiero incluirme en la frase de Ortega y Gasset “yo soy yo y mi circunstancia”, esto implica que soy como una hoja al viento, ya que la circunstancia que me rodea está fuera de mi voluntad.
Una cruza entre el querer, el poder y el azar de lo imprevisible., parte de una multitud, parte de mi ser y parte de un rompecabezas desconocido.
La parte animal se pelea con la ética, y la circunstancia define al ganador de acuerdo a sus caprichos, deseos y pasiones del momento.Intento dominar el mundo exterior, pero soy dominado por mi interior. Soy esclavo mío. El mayor viento viene desde adentro, no de afuera. Aunque en el afuera está influencia que llega hasta adentro.
Prefiero incluirme en la frase de Ortega y Gasset “yo soy yo y mi circunstancia”, esto implica que soy como una hoja al viento, ya que la circunstancia que me rodea está fuera de mi voluntad.
Una cruza entre el querer, el poder y el azar de lo imprevisible., parte de una multitud, parte de mi ser y parte de un rompecabezas desconocido.
La parte animal se pelea con la ética, y la circunstancia define al ganador de acuerdo a sus caprichos, deseos y pasiones del momento.Intento dominar el mundo exterior, pero soy dominado por mi interior. Soy esclavo mío. El mayor viento viene desde adentro, no de afuera. Aunque en el afuera está influencia que llega hasta adentro.
LAS IDEAS SON PARA DISFRUTAR
El estudio del pensamiento humano, es aprender a disfrutar de cualquier idea o expresión humana que tenga resplandor, belleza, estilo. Para entender una teoría, un pensamiento, por un momento hay que ocupar el lugar del disertante y procurar identificarse con el, y luego, ensayar y repetir sus ideas. Eso significa entender. Después uno puede estar en desacuerdo y atacar esas ideas que entendió. En cambio, si de entrada dice, “yo discrepo”, no entendió nada, y discrepa de la nada.
Antes de estudiar a ciertos autores o leer determinados libros, uno ya viene formado de conceptos, principios y sale como un caballero armado a ver si el otro coincide con uno o no. Si no coincide, lo volteo y a otra cosa. Esa es la mejor manera de no aprender.
Hay que aprender a aprender y a pensar, aprender a colocarse en lugar de cada ideología y apreciarla desde su lógica interna, de donde viene, adonde va, que quiere demostrar. Saborearla. Aunque no sea de nuestro paladar, saborear el mecanismo creativo del pensamiento.
Antes de estudiar a ciertos autores o leer determinados libros, uno ya viene formado de conceptos, principios y sale como un caballero armado a ver si el otro coincide con uno o no. Si no coincide, lo volteo y a otra cosa. Esa es la mejor manera de no aprender.
Hay que aprender a aprender y a pensar, aprender a colocarse en lugar de cada ideología y apreciarla desde su lógica interna, de donde viene, adonde va, que quiere demostrar. Saborearla. Aunque no sea de nuestro paladar, saborear el mecanismo creativo del pensamiento.
EL SER Y LA CIRCUNSTANCIA
Soy hombre de mi generación, de mi sociedad, de su cultura. De modo que ese Yo que dice “pienso” no toma conciencia que su pensar, esta siempre preacondicionado por el medioambiente de pensares ajenos que se han infiltrado en su sangre y cerebro, y de ahí operan, sin la aprobación de su conciencia.
La sociología del saber es uno de los últimos avances del conocimiento reflexionando sobre si mismo. Pensamos que somos libres. Hay una compleja red de condicionamientos que nos aprisiona y nos hace marcar el paso en cada ocasión especifica.
La sociología del saber es uno de los últimos avances del conocimiento reflexionando sobre si mismo. Pensamos que somos libres. Hay una compleja red de condicionamientos que nos aprisiona y nos hace marcar el paso en cada ocasión especifica.
PIENSO, POR LO TANTO EXISTO - Descartes
Habrás oído la frase “Pienso, luego existo” de Descartes.
Descartes dijo: si queremos pensar racionalmente necesitamos un punto de partida firme, inamovible, y a partir de ahí, lentamente, iremos construyendo una verdad. En consecuencia debemos abstraernos de todas estas bibliotecas de grandes maestros y poderosas autoridades del pasado, ante quienes reverenciábamos.
Estoy dotado de razón. Puedo y debo pensar por mi mismo. Empezar todo de cero.
Este era el jugo de Descartes y él lo sabía. Pensar es siempre un juego; eso si, jamás termina, y por eso es fascinante.
Cual es la evidencia que tengo ante mi?, pensemos…
Mi acto de dudar, mi acto de pensar, de esto no puedo dudar, por lo tanto existo.
Descartes dijo: si queremos pensar racionalmente necesitamos un punto de partida firme, inamovible, y a partir de ahí, lentamente, iremos construyendo una verdad. En consecuencia debemos abstraernos de todas estas bibliotecas de grandes maestros y poderosas autoridades del pasado, ante quienes reverenciábamos.
Estoy dotado de razón. Puedo y debo pensar por mi mismo. Empezar todo de cero.
Este era el jugo de Descartes y él lo sabía. Pensar es siempre un juego; eso si, jamás termina, y por eso es fascinante.
Cual es la evidencia que tengo ante mi?, pensemos…
Mi acto de dudar, mi acto de pensar, de esto no puedo dudar, por lo tanto existo.
EL SER DE LA PREGUNTA
Estos son tiempos de pregunta. La pregunta pone en crisis la respuesta ya establecida como rutina sacrosanta. Estos son tiempos de crisis.
Eso es lo que caracteriza a la condición humana. Ni sus máquinas, ni sus avances tecnológicos, ni sus grandes logros científicos. Eso es del hombre y para el hombre, pero no es el hombre. El hombre es el Ser de la pregunta.
Preguntas acerca de lo mediato y otras acerca de lo universal, de lo eterno, de aquello que jamás puede ser satisfecho con una respuesta.
Esa insatisfacción proviene de nuestra complejidad, de nuestra libertad. Razón por un lado, pasiones por otro. La pregunta va hacia fuera, pero también va hacia adentro, para desenmarañar esa complejísima trama de hilos superpuestos, cruzados, anudados, y mientras más avanzamos en el conocimiento, menos nos conocemos a nosotros mismos. De ahí entonces el mandato de Sócrates: Conócete a ti mismo. Ese es el más cercano y el más imposible de los conocimientos.
Insatisfacción, deseo, preguntas. Eso es el hombre. Las cosas son, el hombre no es, siempre esta en trance de ser y, por eso, nunca lo abandona la pregunta.
Eso es lo que caracteriza a la condición humana. Ni sus máquinas, ni sus avances tecnológicos, ni sus grandes logros científicos. Eso es del hombre y para el hombre, pero no es el hombre. El hombre es el Ser de la pregunta.
Preguntas acerca de lo mediato y otras acerca de lo universal, de lo eterno, de aquello que jamás puede ser satisfecho con una respuesta.
Esa insatisfacción proviene de nuestra complejidad, de nuestra libertad. Razón por un lado, pasiones por otro. La pregunta va hacia fuera, pero también va hacia adentro, para desenmarañar esa complejísima trama de hilos superpuestos, cruzados, anudados, y mientras más avanzamos en el conocimiento, menos nos conocemos a nosotros mismos. De ahí entonces el mandato de Sócrates: Conócete a ti mismo. Ese es el más cercano y el más imposible de los conocimientos.
Insatisfacción, deseo, preguntas. Eso es el hombre. Las cosas son, el hombre no es, siempre esta en trance de ser y, por eso, nunca lo abandona la pregunta.
APRENDER A APRENDER
Escuchar es aprender y alcanzar grados de sabiduría.
Sabio no es el que sabe, sino el que sabe que puede saber mas, sin cesar; el que escucha a otros, por que de ese modo puede poner en duda su arrogante yo, y despojarlo de su autosuficiencia.
La ética que me vuelca el otro, y ello por vías de normas que facilitan la comunicación, me permite que yo este en constante trance de ser otro, de cambiar, de eso que llamamos crecer-aprender.
Escucho, aprendo, me modifico, me pongo en duda.
Ponerse en duda es una receta para crecer.
Y lo primero que se aprende al aprender es que la libertad es la potencia que tiene el ser en calidad de im-perfecto, que significa del latín no concluido, no terminado. El que no se libera de sus presiones interiores, pasionales unas, de ideas petrificadas y creencias mutiladoras otras, no es libre.
Escuchar a los otros para aprender. Liberarse de los fantasmas que nos dominan desde adentro. Dejar de estar seguros. Abrirse. Aprender a vivir, a fluir, a dejar de ser y renacer de si mismo.
Sabio no es el que sabe, sino el que sabe que puede saber mas, sin cesar; el que escucha a otros, por que de ese modo puede poner en duda su arrogante yo, y despojarlo de su autosuficiencia.
La ética que me vuelca el otro, y ello por vías de normas que facilitan la comunicación, me permite que yo este en constante trance de ser otro, de cambiar, de eso que llamamos crecer-aprender.
Escucho, aprendo, me modifico, me pongo en duda.
Ponerse en duda es una receta para crecer.
Y lo primero que se aprende al aprender es que la libertad es la potencia que tiene el ser en calidad de im-perfecto, que significa del latín no concluido, no terminado. El que no se libera de sus presiones interiores, pasionales unas, de ideas petrificadas y creencias mutiladoras otras, no es libre.
Escuchar a los otros para aprender. Liberarse de los fantasmas que nos dominan desde adentro. Dejar de estar seguros. Abrirse. Aprender a vivir, a fluir, a dejar de ser y renacer de si mismo.
EL SER EN REFERENCIA A OTROS
Ser es ser en referencia a otros.
Ser es ser percibido.
Charles Taylor plantea el tema de la identidad, que dice uno cuando dice yo?
Respuesta: dice cual es su puesto en un marco referencial de valores, creencias; y como discierne el bien y el mal.
Textualmente el autor dice: ”Yo defino quien soy al definir el sitio desde donde hablo. En el espacio de la orientación moral y espiritual dentro de la cual existen mis relaciones definidoras mas importantes” (La ética de la autenticidad).
Ser es ser percibido.
Charles Taylor plantea el tema de la identidad, que dice uno cuando dice yo?
Respuesta: dice cual es su puesto en un marco referencial de valores, creencias; y como discierne el bien y el mal.
Textualmente el autor dice: ”Yo defino quien soy al definir el sitio desde donde hablo. En el espacio de la orientación moral y espiritual dentro de la cual existen mis relaciones definidoras mas importantes” (La ética de la autenticidad).
CUAL ES EL CAMINO EVOLUTIVO DEL PENSAMIENTO DEL HOMBRE?
El pensamiento humano, antaño, procuraba construir armazones y andamios, esquemas y definiciones acerca del mundo, el ser, el estar, el alma, Dios, la inmortalidad. Lentamente a través de la historia, se fueron deshaciendo pilares, fundamentos. Fundamentos, sobre todo; eso es lo que hoy se acabo.
El tiempo fue corroyendo esas imágenes, y al quitarle autoridad, el pensamiento actual es hermenéutico, interpretativo, critico del lenguaje, de la posibilidad de la verdad, y como tal se trepa de la misma ciencia, y desde su posición de altura la interroga en cuanto a sus certezas y fundamentacion de esas certezas. Es una marcha inexorable de lo fijo a lo móvil, de lo seguro a lo dudoso, de la piedra a la arena. Unos dirán decadencia. Otros dirán liberación.
De todos modos, esta es la marcha del pensamiento humano, del autoritarismo a la libertad, de la norma dogmática al sujeto individualista y critico, del saber con seguridad al saber vacilante, que sabe que nunca dejara de vacilar.
El tiempo fue corroyendo esas imágenes, y al quitarle autoridad, el pensamiento actual es hermenéutico, interpretativo, critico del lenguaje, de la posibilidad de la verdad, y como tal se trepa de la misma ciencia, y desde su posición de altura la interroga en cuanto a sus certezas y fundamentacion de esas certezas. Es una marcha inexorable de lo fijo a lo móvil, de lo seguro a lo dudoso, de la piedra a la arena. Unos dirán decadencia. Otros dirán liberación.
De todos modos, esta es la marcha del pensamiento humano, del autoritarismo a la libertad, de la norma dogmática al sujeto individualista y critico, del saber con seguridad al saber vacilante, que sabe que nunca dejara de vacilar.
EL MIEDO A LA LIBERTAD
Erich Fromm, en “El miedo a la libertad” escribe: “Ese hombre piensa, siente y quiere lo que el cree que los demás suponen que el deba pensar, sentir y querer, y en ese proceso pierde su propio yo, que debería constituir el fundamento de toda seguridad genuina del individuo libre.
“La perdida del yo ha aumentado la necesidad de conformismo, dado que origina una duda profunda acerca de la propia identidad. Si no soy otra cosa que lo que creo que otros suponen que yo debo ser….quien soy realmente?”. El conformismo es el gran escape de la angustia de la soledad. El ruido, la diversión, el paseo por el supermercado o por Cancún, finalmente no satisfacen. Esta es la crisis, y mirarse al espejo y preguntarse: en que consiste mi identidad?
El hombre suelto. Se ha soltado de cadenas del pasado, de la tradición, de iglesias, de dogmas. Y se encuentra suelto, libre pero desorientado. Que puede hacer? Orientarse en todos los demás. Adonde vayan todos, i.e. yo también. Lo que todos hagan, haré yo también. Axial me evito la angustia de tener que armar, por cuenta propia un mundo, una ética.
Me dejo arrastar, entonces, por la manada. Salí de la libertad y ahora me metí en una cárcel sin barrotes, no se ve, no se nota, ya que te dicen hace lo que vos quieras, y se sabe que harás lo que todos los demás quieran. Pero sos libre, eso si. Irónicamente libre.
“La perdida de la identidad hace aun mas imperiosa la necesidad de conformismo; significa que uno puede estar seguro de uno mismo solo en cuanto logra satisfacer las expectativas de los demás. Si no lo conseguimos, no solo nos vemos frente al peligro de la desaparición pública y de un aislamiento creciente, sino que también nos arriesgamos a perder la identidad de nuestra personalidad.Al adaptarnos a las expectativas de los demás, al tratar de no ser diferentes, logramos acallar aquellas dudas acerca de nuestra identidad y ganamos así cierto grado de seguridad. Sin embargo, el precio de todo ello es alto. La consecuencia de ese abandono de la espontaneidad y de la individualidad es la frustración de la vida. Desde el punto de vista psicológico, el autómata, si bien esta vivo biológicamente, no lo esta ni mental ni emocionalmente. Al tiempo que realizamos todos los movimientos del vivir, su vida se le escurre de entre las manos como arena. Detrás de la fachada de satisfacción y optimismo, el hombre moderno es profundamente infeliz….”
“La perdida del yo ha aumentado la necesidad de conformismo, dado que origina una duda profunda acerca de la propia identidad. Si no soy otra cosa que lo que creo que otros suponen que yo debo ser….quien soy realmente?”. El conformismo es el gran escape de la angustia de la soledad. El ruido, la diversión, el paseo por el supermercado o por Cancún, finalmente no satisfacen. Esta es la crisis, y mirarse al espejo y preguntarse: en que consiste mi identidad?
El hombre suelto. Se ha soltado de cadenas del pasado, de la tradición, de iglesias, de dogmas. Y se encuentra suelto, libre pero desorientado. Que puede hacer? Orientarse en todos los demás. Adonde vayan todos, i.e. yo también. Lo que todos hagan, haré yo también. Axial me evito la angustia de tener que armar, por cuenta propia un mundo, una ética.
Me dejo arrastar, entonces, por la manada. Salí de la libertad y ahora me metí en una cárcel sin barrotes, no se ve, no se nota, ya que te dicen hace lo que vos quieras, y se sabe que harás lo que todos los demás quieran. Pero sos libre, eso si. Irónicamente libre.
“La perdida de la identidad hace aun mas imperiosa la necesidad de conformismo; significa que uno puede estar seguro de uno mismo solo en cuanto logra satisfacer las expectativas de los demás. Si no lo conseguimos, no solo nos vemos frente al peligro de la desaparición pública y de un aislamiento creciente, sino que también nos arriesgamos a perder la identidad de nuestra personalidad.Al adaptarnos a las expectativas de los demás, al tratar de no ser diferentes, logramos acallar aquellas dudas acerca de nuestra identidad y ganamos así cierto grado de seguridad. Sin embargo, el precio de todo ello es alto. La consecuencia de ese abandono de la espontaneidad y de la individualidad es la frustración de la vida. Desde el punto de vista psicológico, el autómata, si bien esta vivo biológicamente, no lo esta ni mental ni emocionalmente. Al tiempo que realizamos todos los movimientos del vivir, su vida se le escurre de entre las manos como arena. Detrás de la fachada de satisfacción y optimismo, el hombre moderno es profundamente infeliz….”
EL HOMBRE MODERNO
El hombre moderno quiere salir de sus claustros, quiere vivir, quiere expandir su vitalidad. Es un estado de evolución que debe ser superado. Por que? Por que: “La característica de la Vida es el deseo y la posesión. Al igual que la barbarie física hace su norma y su objetivo de excelencia del cuerpo y el desarrollo de la fuerza, de la salud, de las proezas físicas, del mismo modo la barbarie vital y económica hace su regla y su meta de la satisfacción de las necesidades y los deseos de la acumulación de bienes materiales. Su hombre ideal no es el hombre cultivado, noble, reflexivo o moral, sino el hombre que triunfa”.
Arribamos al ideal supremo de los tiempos actuales: poseer, triunfar, tener éxito, tener el tener. El Ser esta borroneado. Es difícil liberarse de esta educación para el triunfo en la que estamos todos sumergidos. Ganar. El vitalismo espera hundir al otro en plena competencia. No se sabe si el placer esta en la ganancia propia o en la perdida ajena.
Comenta Sri Aurobindo: “El conocimiento, la ciencia, el arte, el pensamiento moral, la filosofía, la religión, son las actividades reales del hombre, su verdadera ocupación. Ser, para el, no es simplemente nacer, crecer, casarse, ganarse la vida, mantener una familia y después morir, su existencia no puede ser solamente una vida física y vital, una versión humanizada de la ronda animal, una ampliación humana del pequeño sector de arco animal en el circulo divino. Lo característico del estado humano es asumir la condición de ser mental y crecer mentalmente, vivir con conocimiento y Poder en el interior de si mismo y proyectarse así desde el interior hacia el exterior”.
Arribamos al ideal supremo de los tiempos actuales: poseer, triunfar, tener éxito, tener el tener. El Ser esta borroneado. Es difícil liberarse de esta educación para el triunfo en la que estamos todos sumergidos. Ganar. El vitalismo espera hundir al otro en plena competencia. No se sabe si el placer esta en la ganancia propia o en la perdida ajena.
Comenta Sri Aurobindo: “El conocimiento, la ciencia, el arte, el pensamiento moral, la filosofía, la religión, son las actividades reales del hombre, su verdadera ocupación. Ser, para el, no es simplemente nacer, crecer, casarse, ganarse la vida, mantener una familia y después morir, su existencia no puede ser solamente una vida física y vital, una versión humanizada de la ronda animal, una ampliación humana del pequeño sector de arco animal en el circulo divino. Lo característico del estado humano es asumir la condición de ser mental y crecer mentalmente, vivir con conocimiento y Poder en el interior de si mismo y proyectarse así desde el interior hacia el exterior”.
QUE QUIERE EL HOMBRE? (entiéndase hombre, como género humano)
Uno nace y quiere ser feliz. Pero en que consiste ser feliz?
El religioso es feliz cuando reza y cuando siente un contacto con lo trascendente. El ateo es feliz en su piel, en su cuerpo, en el cumplimiento de sus instintos.
Ser feliz es cumplir con un designio. Ese designio se vuelve propio, pero en un principio es ajeno, es de los otros, es de la tradición, de la trampa en el tiempo en que vivimos y de la educación que recibimos.
Por otro lado, esta el sufrimiento, el dolor injustificado, los accidentes de la existencia, los seres queridos que se van.
Caminar es enfrentar retos, superar dificultades. Vivir es autodefinirse constantemente. Hasta el fin, es decir hasta que se de el fin.
Pensar es vivir. Vivir auténticamente, con conciencia de lo que yo quiero y de lo que otros quieren que yo quiera. Pensar es detener la parafernalia en la que estamos insertos, retirarnos un poquito, contemplar, formular preguntas e intentar hallar respuestas.
Pensar es una manera de colocarse frente al mundo, al otro, a las cosas; es una postura. Y también, un ejercicio, una practica para el alma. Pensando es como tomamos nota de nuestra circunstancia actual y de nuestra circunstancia pasada, y de nuestro origen, y del origen de tantas ideas, imágenes y sentimientos.
Se necesita del pensamiento humano para saber porque vivimos, por que morimos y por que estamos, y que deberíamos hacer mientras estamos, y por que se sufre inútilmente, injustamente, y como consolarnos de tanta perdida intermitente. Algo que nos contenga, que nos consuele, que nos explique.
Esto es el hombre. Un ser que pregunta, que se pregunta y que nunca dejara de preguntarse por mas respuesta que reciba.
El religioso es feliz cuando reza y cuando siente un contacto con lo trascendente. El ateo es feliz en su piel, en su cuerpo, en el cumplimiento de sus instintos.
Ser feliz es cumplir con un designio. Ese designio se vuelve propio, pero en un principio es ajeno, es de los otros, es de la tradición, de la trampa en el tiempo en que vivimos y de la educación que recibimos.
Por otro lado, esta el sufrimiento, el dolor injustificado, los accidentes de la existencia, los seres queridos que se van.
Caminar es enfrentar retos, superar dificultades. Vivir es autodefinirse constantemente. Hasta el fin, es decir hasta que se de el fin.
Pensar es vivir. Vivir auténticamente, con conciencia de lo que yo quiero y de lo que otros quieren que yo quiera. Pensar es detener la parafernalia en la que estamos insertos, retirarnos un poquito, contemplar, formular preguntas e intentar hallar respuestas.
Pensar es una manera de colocarse frente al mundo, al otro, a las cosas; es una postura. Y también, un ejercicio, una practica para el alma. Pensando es como tomamos nota de nuestra circunstancia actual y de nuestra circunstancia pasada, y de nuestro origen, y del origen de tantas ideas, imágenes y sentimientos.
Se necesita del pensamiento humano para saber porque vivimos, por que morimos y por que estamos, y que deberíamos hacer mientras estamos, y por que se sufre inútilmente, injustamente, y como consolarnos de tanta perdida intermitente. Algo que nos contenga, que nos consuele, que nos explique.
Esto es el hombre. Un ser que pregunta, que se pregunta y que nunca dejara de preguntarse por mas respuesta que reciba.
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